Las mermeladas y compotas que se venden o son muy caras, o, además de tener ingredientes con nombres impronunciables, saben a muy poco... La conserva una técnica cada vez más en desuso, pero que aporta mucha satisfacción a quienes les gusta hacer las cosas por si mismo! La mermelada de tomate me encanta porque se puede combinar con muchas cosas diversas.
- 3 kg de tomates maduros
- 400 gr de pectina de manzana
- 540 gr de azucar
- clavos de olor
- 3 botes de cristal de 250 ml de capacidad
PROCEDIMIENTO
Pelar y sacar las semillas de los tomates. Trocearlos y mezclar los con el azúcar. Dejar reposar un par de horas. Juntar la pectina y los clavos de olor y llevar a ebullición a fuego fuerte, mezclando de vez en cuando. Cuando haya reducido, unos 30 minutos, reducir el fuego y dejar hervir unos otros 30 minutos, o hasta obtener la consistencia deseada.
Esterilizar los botes de cristal, llenarlos con la mermelada aún caliente, cerrar bien y dejarlos boca abajo 24h para hacer el vacío.
Esterilizar los botes de cristal, llenarlos con la mermelada aún caliente, cerrar bien y dejarlos boca abajo 24h para hacer el vacío.
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